El papa Francisco atraviesa un periodo complicado de salud. Los últimos achaques, relacionados siempre con problemas respiratorios e infecciones pulmonares, le obligaron a cancelar hace diez días su esperado viaje a Dubái para participar en la cumbre del Clima COP 28. Y sus complicaciones en la rodilla, le empujan cada vez más a desplazarse en silla de ruedas en sus actos. A sus 86 años, muchos comienzan a preguntarse si seguirá los pasos de su predecesor, Benedicto XVI, tal y como él mismo anunció a su llegada en 2013, y dará un paso al lado cuando sienta que no le acompañan las fuerzas. Ayer, en una entrevista con el canal mexicano N+ descartó que esa posibilidad vaya a producirse de forma inminente y habló de planes que tiene a medio plazo. Sí aceptó, sin embargo, que piensa ya en el lugar donde será enterrado y en el ritual que deberá celebrarse.
Francisco explicó que, después de haber pasado una bronquitis, se encuentra “bastante bien”: “Me siento bien, me siento mejorado. A veces me dicen que soy imprudente porque tengo ganas de hacer y de moverme. ¿Entonces son buenas señales?”. Además, subrayó que de momento no ha pensado en la renuncia. “No se me ocurrió y vi la valentía de Benedicto cuando se dio cuenta que no podía, prefirió decir basta, y a mí me hace bien eso como ejemplo y pido al Señor decir basta, en algún momento, pero cuando Él quiera”.
La prueba de que no piensa que ese momento haya llegado, subrayó el Papa, es que sigue preparando viajes para los próximos meses. “Está asegurado uno a Bélgica” y “hay dos claros pendientes, uno a la Polinesia y otro a Argentina, que están ahí pendientes, veremos cómo se da la cosa, pero con el tiempo voy a ir retomando las cosas”. El Papa, de hecho, acaba de recibir una invitación del nuevo presidente de su país natal, Javier Milei, y está meditando aceptarla. El viaje, durante muchos años aplazado, tendría un elevadísimo valor simbólico: tanto para su país como para sí mismo, ya que Bergoglio no ha vuelto a Argentina desde que fue nombrado Papa.
Francisco explicó en la entrevista que será enterrado en la basílica de Santa María la Mayor y no en la de San Pedro, como los pontífices que le han precedido en el último siglo. Se trata de una de las cuatro basílicas mayores de Roma, donde ya se encuentran las tumbas de otros dos Papas, Clemente VIII (fallecido en 1605) y Pablo V (1621). También se encuentra en dicha basílica el artista y escultor Lorenzo Bernini. “Yo estuve con el ceremoniero preparando el rito de los funerales del papa [Benedicto XVI]. Los simplificamos bastante”, explicó Francisco, que agregó que sus exequias serán aún más simples que las que él mismo celebró para la muerte de su predecesor.
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