LONDRES – Liz Truss no se ríe de la lechuga que superó su cargo de primer ministro.
Preguntado el lunes sobre el Daily Star’s emisión en directo de una lechuga que finalmente superó el período caótico y de caída del mercado de Truss en Downing Street, el antiguo primer ministro británico no vio el lado divertido.
«No creo que haya sido especialmente divertido, creo que es pueril», dijo Truss a la emisora irlandesa RTÉ, después de que le respondió al entrevistador incluso para hacer la pregunta.
Truss, que abandonó la oficina después de 44 días mientras la lechuga todavía estaba fuerte, hablaba el lunes en la conferencia NewsXchange de la Unión Europea de Radiodifusión en Dublín.
Desde que dejó el número 10, Truss ha intervenido principalmente en los asuntos exteriores y particularmente en las relaciones entre Reino Unido y China. Se convirtió en la primera ex primer ministro del Reino Unido en visitar Taiwán en mayo y pidió «más acciones» de Occidente para combatir a China.
Pero en su entrevista con David McCullagh de RTÉ, Truss fue cuestionada en gran medida sobre su breve período en el número 10, donde rápidamente perdió el apoyo público y del partido tras anunciar préstamos a gran escala y recortes de impuestos sin financiación, todo esto que después revirtió en un asunto. de semanas.
Truss argumentó que Reino Unido estaba, y todavía está, en «problemas económicos graves» y que debía ser «audaz» para revertir la disminución del crecimiento económico. Admitió que no contaba con el apoyo de los diputados conservadores y que «hubiera podido ir un poco más lento» con sus reformas económicas.
El ex primer ministro también disparó contra los medios del Reino Unido, a los que atacó por tratar la política como una «telenovela».
«Creo que en ocasiones la política es tratada como una rama de la industria del entretenimiento, quién está arriba, quién está abajo, quién dice qué de quién», dijo Truss.
«Creo que el nivel de comprensión de las ideas económicas en los medios de comunicación y la capacidad de contarlas es realmente muy pobre», añadió. Un amplio espectro de economistas criticó las reformas económicas de Truss antes y después de promulgarlas durante un breve período en el número 10.
