“¿Podrá ganar estas elecciones? Sí, puede ganar estas elecciones”, dijo McCarthy, refiriéndose a un enfrentamiento Biden-Trump. “La pregunta es: ‘¿Es lo más fuerte para ganar las elecciones?’ No conozco esa respuesta”.
El mundo de Trump se rompió. Los principales ayudantes del expresidente y aliados que conocen ambos hombres rápidamente intercambiaron mensajes pidiendo, en resumen: ¿Qué caray?
Algunos llamaron a McCarthy un “idiota”. Otros miraron en la mano de campaña de Trump, Brian Jack, que también asesora al orador y ha sido un puente crítico entre ambos hombres, para hacer de mediador mientras Trump salió a Nueva Hampshire.
McCarthy pasó de inmediato al modo de limpieza. Llamó a Trump para pedir disculpas, según New York Times. Ofreció al periodista de Breitbart Matt Boyle una entrevista exclusiva, durante la que devolvió los comentarios y acusó a los medios de sacarlos de contexto.
“Trump es más fuerte hoy que en el 2016”, dijo McCarthy a Boyle.
Ninguno de estos movimientos calmó la furia en el círculo íntimo de Trump, dijeron a POLITICO personas familiarizadas con el asunto. McCarthy, creen, se ha aprovechado del expresidente cuando le beneficia y no ha demostrado una lealtad inquebrantable a cambio. No entienden cómo pudo “equivocarse” -como McCarthy, nos dicen, dijo a Trump- en algo tan crítico.
De hecho, el control de daños de McCarthy empeoró las cosas. Los aliados de la campaña del poniente salieron correos electrónicos de recaudación de fondos y textos afirmando: “Trump es el oponente MÁS FUERTE de Biden!” – después pidiendo dinero.
Recaudar fondos del nombre de Trump sin permiso es un gran no-no para el expresidente. Su equipo requiere una aprobación explícita para que cualquier campaña utilice su nombre y semejanza. El equipo de Trump pidió ayer a McCarthy’s que retirara el campo de recaudación de fondos.
Ésta no es la primera vez que McCarthy se enfrenta con Trump. Tras el motín del 6 de enero, McCarthy planteó la idea de censurar a Trump por sus acciones y más tarde fue grabado en cinta discutiendo la idea de pedirle la dimisión a Trump. Sin embargo, ambos continuaron su vínculo simbiótico: McCarthy asumió rápidamente un papel clave en la restauración del protagonismo de Trump en el GOP, y Trump se quedó en la esquina de McCarthy mientras luchaba por el martillo.
Pero el drama del martes llegó en un momento sensible, con una pregunta importante ya rebotando en el mundo de Trump: ¿Por qué McCarthy no ha apoyado a Trump?
Aunque no está claro si Trump ha pedido explícitamente su apoyo a McCarthy, su silencio sobre el asunto ha desconcertado al expresidente ya sus cercanos aliados.
McCarthy ha dicho a algunos partidarios de Trump que se detiene porque un aval “podría hacer daño” Trump ligándole al establishment del partido, según un consultor de campaña del GOP que pidió no ser nombrado. También ha sugerido que, como republicano de mayor rango en el cargo, a sólo dos latidos de distancia de la presidencia, quizá debería mantenerse neutral.
Pero los aliados de Trump no lo compran. El antiguo presidente, según se piensa, nunca permitirá que McCarthy se mantenga al margen en una primaria del GOP desagradable y espera su total apoyo, algo que muchos de ellos piensan que finalmente obtendrá, y quizá, ahora, antes que tarde.
“¿En qué momento está bien que Kevin McCarthy no apoye a Trump?” preguntó el consultor. “Donald Trump ha estado muy bueno con Kevin McCarthy”.
El brouhaha también planteó preguntas sobre cuánto tiempo Trump o apoyará a McCarthy.
Muchos de los aliados más fuertes del expresidente en el Congreso han estado acumulando sus quejas contra McCarthy, esperando el momento adecuado para realizar un movimiento. Varios estarían más que encantados de forzar un voto para expulsar al orador si Trump quisiera, y Trump lo sabe.
“Si Donald Trump quisiera… podría tenerlo como ponente a finales de semana”, dijo el consultor.
